Mi  Mundo

 

 

     ¡Hola!  Mi nombre es María Teresa, acuariana...  :-)   del 2 de febrero del '59. Vivo en Buenos Aires, República Argentina.

    Tengo dos hijos que adoro, son el centro de mi vida: Déborah de 10 años y Leandro de 7.

Mi mejor foto

Déborah y la ecología

Leandro

Leandro, Déborah y una amiguita, Daiana.

 

 

     Me gusta mucho hacer amistades,  conversar, intercambiar conocimiento, ideas, opiniones...  Es una forma de conocer más a la gente.  Hace poco más de un año que estoy aquí y cuento con muy buenas amigas y amigos. Creo ser afortunada al respecto...he compartido con ellos risas y lágrimas y me han demostrado que siempre están ahí...    ¡Muchas gracias!    :-)

 

        Quiero dedicar esto que he hecho con mucho cariño a mis dos hijos:

                                   Déborah y Leandro

                         y a toda la gente linda que me acompaña a diario...

     

                                       Espero que disfruten de este lugar ...

Un abrazo y muchas sonrisas..................................................................   

                                                                                  Maryte       

                                                         

 

 

¿Por  qué  tantas  sonrisas?

 

Sólo por lo que una simple sonrisa representa...                           

El  valor  de  una  Sonrisa

                           No cuesta nada, pero crea mucho.                     

     Enriquece a quienes la reciben, sin empobrecer a quienes la dan.

     Ocurre en un abrir y cerrar de ojos, y su recuerdo dura a veces, para siempre.

     Nadie es tan rico que pueda pasarse sin ella, y nadie tan pobre que no pueda enriquecerse por sus beneficios.

     Crea la felicidad, alienta la buena voluntad y es contraseña de los amigos.

     Es descanso para los fatigados, luz para los decepcionados, sol para los tristes, y el mejor antídoto contra las preocupaciones.

     Pero no puede ser comprada, pedida, prestada o robada, porque es algo que no rinde beneficios a nadie a menos que sea brindada espontánea y gratuitamente.

     Porque nadie necesita tanto una sonrisa como aquel a quien no le queda ninguna que dar.

 

Dale Carnegie

 

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